Los contenedores son recipientes clave para el transporte de mercancías por vía marítima, terrestre, aérea o fluvial. Su fabricación y manejo están regulados por la norma ISO-668:2020, garantizando la seguridad, integridad y calidad de las mercancías. A continuación, se describen los tipos de contenedores más utilizados:
Estándar:
Los más comunes, utilizados para cargas sólidas. Están disponibles en tamaños de 10 a 53 pies, siendo los de 20 y 40 pies los más utilizados. Son herméticos y sin refrigeración.
High Cube:
Similar a los contenedores estándar, pero con mayor altura (hasta 2.70 m) para cargas voluminosas. Ofrecen más capacidad interna y la opción de control de temperatura.
Refrigerado (Reefer):
Disponible en 20 y 40 pies, ideales para mercancías que requieren temperatura controlada, desde -18°C hasta 30°C, como alimentos.
Techo Abierto (Open Top):
Con techo de lona removible para mercancías con sobrealtura. Ideal para cargas pesadas que requieren ser cargadas desde arriba.
Open Side:
Con puertas laterales que facilitan la carga y descarga de mercancías de dimensiones no aptas para la puerta convencional. Disponible en 20 y 40 pies.
Flat Rack:
Sin paredes laterales ni techo, ideal para maquinaria sobredimensionada o cargas pesadas e irregulares. Algunos modelos permiten levantar o colapsar las paredes laterales.
Tank o Cisterna:
Diseñado para transportar líquidos, desde alimentos hasta químicos peligrosos. Se llenan entre el 80% y el 95% de su capacidad para evitar derrames.
Flexi Tank:
Similar a los contenedores cisterna, pero para líquidos no peligrosos. Contienen una bolsa flexible de polietileno en su interior, adaptada según la mercancía.
Plataforma:
Sin paredes, puertas ni techo, usado para cargas pequeñas pero pesadas. Permite apilar múltiples plataformas para aumentar la capacidad de carga.
Estos contenedores permiten optimizar el transporte y garantizar que las mercancías lleguen a su destino de manera segura y eficiente.